Si buscas armar tu próxima PC u optimizar la que ya tienes, entonces debes saber cómo elegir el procesador y la tarjeta gráfica. De esta forma, escogerás la alternativa que mejor se adapte a tus necesidades y no sobrepase tu presupuesto.
El CPU (Unidad Central de Procesamiento) y la GPU (Unidad de Procesamiento de Gráficos) son de vital importancia, debido a que jugarán un papel crucial en el desempeño y en la estabilidad de tu equipo. Por ello, te compartimos las siguientes consideraciones para que tu computadora no se congele a mitad de una partida o de un proyecto importante.
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Diferencia entre CPU y GPU
Antes de comenzar, es necesario comprender para qué sirven ambos elementos. Por un lado, el CPU se encarga llevar a cabo tareas computacionales básicas, las cuales van desde ejecutar software y administrar archivos, hasta manejar operaciones de entrada y salida.
En cuanto a la GPU, se especializa en el procesamiento de píxeles a fin de generar gráficos simples o complejos, según los requerimientos del programa que estés usando. Así, disfrutarás de animaciones variadas y de modelados hiperrealistas en tus juegos favoritos.
¿Cómo elegir el procesador y la tarjeta gráfica de una PC?
Considera el IPC y la velocidad de reloj de del procesador
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El IPC indica la cantidad de instrucciones que el CPU es capaz de realizar durante un ciclo. Dicho de otro modo, de esta característica depende qué tan eficiente será tu computador. Para que te des una idea, un chip de 2.5 GHz puede ser más efectivo que uno de 4 GHz si dispone de un IPC mayor.
La especificación anterior va de la mano de otro elemento importante: la velocidad de reloj. Se mide en gigahertz (GHz) y determina la rapidez con la que se ejecutarán las tareas.
A más velocidad de reloj, también aumentará el aprovechamiento del procesador de datos del CPU y te será posible abrir varias aplicaciones al mismo tiempo sin que tu dispositivo se congele.
Número de núcleos de hilos del procesador y de la tarjeta gráfica
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Seguramente has oído hablar de los núcleos de un procesador mientras leías las especificaciones no sólo de una computadora, sino también de otros gadgets como un smartphone o una tableta.
El número de éstos será crucial para llevar a cabo distintos procesos a la vez sin sufrir caídas en el rendimiento. Si eres un usuario multitarea que mantiene abiertas varias ventanas cuando juega o trabaja, elige un modelo con un buen número de núcleos.
Lo mismo sucede con la frecuencia y la cantidad de unidades de cómputo de la tarjeta gráfica, puesto que es ahí en donde se concentrará el poder y serán las responsables de crear una calidad visual espectacular.
Pon atención a la arquitectura y VRAM de la tarjeta gráfica
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Uno de los elementos más importantes de la GPU es su arquitectura, la cual incluye diversas mejoras físicas con el paso de cada generación. Por ende, es recomendable mantenerse actualizados con los modelos más recientes para no quedarse atrás en rendimiento.
En cuanto a la VRAM (Memoria de Acceso Aleatorio de Video por sus siglas en inglés) es un requisito obligatorio para creadores de contenido que se enfocan en la edición de videos o son gamers de corazón.
Su objetivo es proporcionarte imágenes detalladas, realistas y fluidas sin que el CPU comience a echar humo. Por ello, decántate por una GPU con cantidad de VRAM razonable en caso de que desees que tus títulos preferidos luzcan lo más realistas posible.
Verifica la compatibilidad del procesador con la placa madre y con la fuente de poder
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De nada te servirá obtener el mejor CPU del mercado si no es compatible con tu placa madre. Por ello, asegúrate de que ésta lo incorporará a su sistema sin problemas antes de elegir una alternativa.
Respecto a la fuente de poder, será necesario revisar la cantidad de consumo de energía que requiere tu equipo. De este modo, podrás escoger la capacidad que se adecúe a tus exigencias. Inclusive, existen páginas de medición que te facilitarán el trabajo.
Evalúa tu presupuesto
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Tanto en procesadores como en tarjetas gráficas encontrarás una amplia gama de productos, cada uno con sus propias especificaciones y costos. Además, ten en cuenta que no necesitarás la opción más cara, sino la más adecuada.
Debido a lo anterior, no pierdas de vista el uso que le darás a la PC. Si armarás un setup gamer, préstale especial atención a una tarjeta gráfica que te brinde calidad, resolución y fotogramas por segundo (FPS) excepcionales.
Por el contrario, si trabajarás de manera remota o eres un estudiante que busca una herramienta para realizar tareas y proyectos, un procesador de rango medio con gráficos integrados será más que suficiente.
En conclusión…
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Al momento de comprar una CPU y una GPU entran en juego varios factores:
- Arquitectura
- Velocidad de reloj
- Número de núcleos e hilos
- IPC
- Memoria gráfica
- Compatibilidad
Tómate tu tiempo para investigar qué tanto necesitas invertir en cada una es estas características de acuerdo con tus exigencias y el dinero disponible, sobre todo ahora que ya sabes cómo elegir el procesador y la tarjeta gráfica de una PC. Sólo así vivirás la mejor experiencia en gaming y en productividad.
